Color Amarillo (2011)

Nos gustaría compartir con vosotros,  la reflexión final que uno de los dos grupos del color amarillo hizo al finalizar el museo del color:

1.- Sentido y significado de esta actividad interdisciplinar

Según nuestro punto de vista de grupo, creemos que merece la pena trabajar interdisciplinarmente, por ello nos basamos en unos principios educativos que creemos que son esenciales para el desarrollo de esta actividad “El Museo del Color”:

- En cuanto a la participación, creemos que debe implicar a toda la Comunidad Educativa en un proceso que es motivador, dinamizador, activo y globalizado. Es muy importante que los niños y niñas trabajen en grupo para ayudar a sus compañeros/as, aprender a respetarse, que haya igualdad de género, raza…

- Respecto a la colaboración creemos que es muy importante para poder llevar a cabo el museo, tanto entre los equipos del color amarillo como entre los niños.

- Pensamos que este tipo de estrategias es realmente buena, ya que se trabaja desde la práctica y de forma lúdica, desde nuestro punto de vista es la mejor forma para que los niños/as aprendan porque toman más interés y a la vez se divierten y dejan volar la imaginación y creatividad.

- A nuestro parecer, la estrategia por descubrimiento a sido una de las más usadas en nuestro stand, ya que con las actividades que nosotras teníamos programadas incitaban en los niños y niñas el deseo de aprender, denotan los procesos de pensamiento y crean el puente hacia el aprendizaje independiente; en ellas resulta fundamental el acompañamiento y la motivación que el docente de al grupo, en este caso la función de los docentes es llevar a los alumnos/as a que descubran por sí mismos nuevos conocimientos y que se sientan protagonistas de su propio aprendizaje.

- Sinceramente en un principio pensábamos que no debería de ser una actividad obligatoria, pero cuando empezamos a ver los primeros resultados nos pareció una auténtica experiencia como futuras docentes, ya que hemos aprendido muchísimo con esta actividad.

En principio realizamos actividades que pensábamos que les llamaría la atención  y cuando las pusimos en marcha nos dimos cuenta de que otras que  les dimos menos importancia, fueron las protagonistas.

Pese a que todas las actividades perseguían un objetivo, nos hemos dado cuenta que los niños preferían libertad y hacer las cosas a “su manera”, nos gustó mucho que los niños/as tuviesen su propia iniciativa a la hora de llevar a acabo las actividades, un ejemplo: una de las actividades que teníamos era mojar esponjas en pintura de dedos y plasmarlas en un panel, cada esponja tenía la forma de una figura geométrica. Una de nosotras le explicamos el objetivo de la actividad  y un niño decidió usar su propia imaginación, pintar fuera del panel  y con el dedo, se llenó de pintura y disfrutó muchísimo. Con esto nos dimos cuenta, que debemos dejar que en los niños y niñas fluya la imaginación y creatividad ya que a veces sin darnos cuenta les proponemos tantas normas que nosotras pensamos que les va a gustar más y sin embargo para ellos son solamente obligaciones y no disfrutan con las actividades.  Es importante que todos los niños y niñas se vean involucrados en todas las actividades.

El esfuerzo realizado ha merecido la pena, ha sido muy gratificante para nosotras, nos a hecho madurar como futuras docentes, y aprender de situaciones que se nos pueden plantear en un aula de  infantil, y darnos cuenta que nuestro trabajo tiene muchos aspectos positivos.

2.- La Semana del museo.

El día 7 de mayo, comenzamos montando entre todos/as (tanto grupos de la mañana como de la tarde) a montar el museo, montando los stand, las cajas, las mariposas, etc. Casi finalizado el montaje del museo, nos dimos cuenta que nuestros ventales no estaban del todo bien y sabiendo que esto repercutía al decorado y  a nosotras mismas, el lunes día 9 nuestro grupo consultándolo con los otros dos y las profesoras, y con el consentimiento de estos, decidimos cambiar los ventales  para una mejora. Por lo que nos llevó una tarde y hasta altas horas de la madrugada su realización, pero al finalizar nos dimos cuenta que había merecido la pena este esfuerzo, ya que se notaba la mejora.

A nuestro grupo le tocó estar en el museo del color, el martes por la tarde y el jueves por la mañana (aunque todos los días pasábamos por éste.). En cuanto al martes por la tarde, era nuestra primera intervención en el museo, ansiosas por que todo saliera lo mejor posible, pero quizás resaltamos el inconveniente de la visita de los niños/as con los padres y madres, ya que esto dificultaba nuestra expresión y trabajo, y era un poco incómodo. En cuanto al jueves por la mañana, la experiencia fue mucho mejor, debido a que  los niños se movían por el espacio y disfrutaban libremente.

Respecto a las actividades, nuestro grupo salió satisfecho, aunque resaltar que hubo una actividad la cual no tuvo mucha aceptación, bien porque no la ofertamos o porque eran pequeños y no les trasmitía nada, fue la actividad de la textura. En cambio, la actividad de pescar patos, y medirse al lado del avestruz tuvo mucha aceptación.

Hemos observado que cada niño/a es mundo, que lo que a uno le puede encantar, a otro le pueda ser insignificante. Que les gusta mucho más trabajar por libre, sin que le des normas o pautas. Como hemos comentado anteriormente la actividad de la estampación de figuras geométricas, para algunos era más llamativa si la hacían con las manos que con las esponjas.

Las diferencias las hemos notado más en cuanto a la edad, que en cuanto al sexo. Ya que observábamos que un niño/a pequeño/a disfrutaba mucho más.

Satisfechas también por la aceptación que tuvo nuestro color y nuestro stand, ya que uno de nuestro miedos era que no hubiésemos realizado las cosas bien y no tuviese aceptación.

Para nosotras como futuras docentes, nos parece una experiencia única e inolvidable que nos ha aportado nuevas experiencias las cuales podremos poner en práctica en nuestras aulas de infantil.